El seductor y su compañero de cuarto, un marrón agradable, ambos están iluminados en el mismo tipo, un hombre alto y educado. Como nada puede inducirlos a elegir, llamaron al chico a una reunión en la que puede evaluar a su antojo su elección. Los dos polluelos multiplican bromas para ganar el tipo de voto. Son poses sugerentes, sus pipas están en boca y dos bocas, dibujan lenguas resecas, se dejan chupar la entrepierna y dominan al hombre en perfecta armonía. ¿Por qué la suerte debería él elegir? Se llevan tan bien juntos, es un dilema demasiado desgarrador. ¿Y por qué se separan y dos amigos? En cambio, al ofrecer tanta atención a las tetas y la parte posterior de la una o la otra, se asegura de tener siempre una chica para sus sesiones de follar bien razonada. Parecen no ver ningún impedimento en este momento y es una buena unidad que tienden a labios para tragar un gran chorro de esperma caliente y compartirlo en un francés caliente. ¡Novias un día, amigas para siempre!